Tras meses de intenso trabajo y el cierre de los últimos trámites burocráticos, ha sido presentada en sociedad la Casa de Castilla-La Mancha en San Sebastián, la única en Guipúzcoa, gracias al impulso de Alfredo Medina, Gran Maestre de la Cofradía del Queso Manchego.
Desde Castilla-La Mancha han acudido la viceconsejera de Relaciones Institucionales, Margarita Sánchez y el técnico de apoyo de esta área Luis Gómez Escudero, además de Ismael Álvarez de Toledo, presidente de la Cofradía del Queso Manchego y Ricardo Calzado, director de Expansión de la Sociedad de Inversión de Castilla la Mancha (Sodicaman).
Margarita Sánchez ha trasladado la apuesta del Ejecutivo regional por el “maridaje de culturas” para acercar nuestras tradiciones a cualquier rincón del país. En su intervención, ha destacado el papel de los castellanomanchegos que emigraron hace décadas al País Vasco donde, a día de hoy, siguen asentados, manteniendo las costumbres y tradiciones de la región más allá de nuestras fronteras.
La viceconsejera ha augurado éxito a la nueva Casa de Castilla-La Mancha en San Sebastián, un proyecto que inició su andadura en noviembre de 2021, con una veintena de socios, y que ya es «una casa abierta donde caben todos”. «Lo importante, a su juicio, es que nuestra región tenga visibilidad en San Sebastián”.
Ismael Álvarez de Toledo, ha resaltado los dos vínculos que se trazan con la nueva casa en la capital guipuzcoana, como son “la fraternal y emocional, y la promoción económica”. Cree que “se crearán sinergias en ambos sentidos”, a través de “la unión fraternal de los que viven fuera de Castilla-La Mancha y la echan de menos” y las posibilidades “de promoción y comercialización de diferentes productos”. «No obstante, la vinculación de la nueva Casa de Castilla-La Mancha y la Cofradía del Queso Manchego nos lleva a compartir objetivos y asociados» y, en ese sentido, se realizarán en los próximos meses catas y presentaciones de quesos manchegos, de los asociados de la Cofradía.
El acto ha finalizado con una degustación de diferentes productos castellano-manchegos, entre los que se encontraban embutidos como salchichón de ciervo, chorizo de jabalí y lomo, además de quesos manchegos de diferente curación, aceitunas, y frutos secos -almendras, pistachos, cacahuetes y avellanas-, todos elaborados en Castilla-La Mancha.